¿Soy emocional o mental?
Los seres humanos somos criaturas muy complejas. Nuestras decisiones y nuestros actos pueden estar condicionados e impulsados en ocasiones por nuestro corazón y en ocasiones por nuestra mente. ¿Escucho más a mi corazón o a mi mente? ¿Soy emocional o mental? En este breve artículo, os ayudaremos a averiguarlo.
No es malo pertenecer a un grupo u otro. Es importante ser consciente de que lo ideal es encontrar un equilibrio entre ambos extremos. Ser demasiado emocional puede hacernos muy sensibles a ciertas cosas. Y ser demasiado mentales puede hacernos perder muchas emociones y no poder disfrutar.
Pero antes de poder valorar en qué situación nos encontramos, es importante conocer bien los conceptos y sus características.
Personas emocionales
Las personas emocionales son las que toman decisiones siguiendo su corazón, casi por puro instinto. Esto los convierte en personas impulsivas que a veces son ilógicas en sus elecciones. Muy a menudo toman las decisiones equivocadas.
Las personas emocionales son muy empáticas y evalúan las situaciones desde un punto de vista completamente emocional. Deciden según lo que sienten.
Son personas que exteriorizan de forma muy evidente y constante las emociones y sentimientos que tienen en cada momento y situación.
La falta de modulación de sus emociones les hace ser extremadamente inseguros e inestables. Se exigen aparentar lo que los demás quieren. La necesidad de afecto y consideración hacen que se sientan queridos e incluidos. Estas características se contraponen al miedo a mostrarse tal y como son por temor a no ser aceptados.
Las emociones más difíciles de modular para este grupo de personas son la tristeza, la ansiedad, la ira y la excitación.
Personas racionales
Las personas racionales son aquellas que toman decisiones siguiendo la mente, de forma lógica y extremadamente racional. Esto los convierte en personas que no suelen dejar espacio para los sentimientos y las emociones.
Las decisiones racionales se basan más en el contexto que en los sentimientos. La objetividad domina la subjetividad y esto hace que se les considere personas insensibles, reservadas y «duras», aunque esto no siempre refleja la realidad.
En el ámbito laboral son muy eficientes y precisos.
Paradójicamente, esta forma extremadamente racional de hacer las cosas conduce a la aparición de emociones relacionadas con la ansiedad y la depresión que debilitan completamente lo racional.
Personas “Mente Sabia”
Sin embargo, cada uno de nosotros puede conseguir crear un equilibrio entre la emoción y la razón. Término que se denomina como «Mente Sabia».
Este equilibrio nos permite confiar más en la intuición y permite que las dos partes coexistan en armonía.
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